Vivos

Nuestro paradigma ha caducado hace mucho tiempo, pero estamos ausentes, empeñados en seguir buscando fórmulas para continuar no estando, mirando  sin ver,  juntos pero separados en la esperanza de que podremos alcanzar finalmente el Edén . La humanidad hace aguas  aferrada a su imagen de conjunto de individualidades. Cada cual en su ilusión, atrapados en sus murallas-fortín , empecinados en aparentar ser y en creernos que somos blancos, negros, altos, fuertes, emprendedores, afortunados... Un universo fabricado de algodones , luces, olores, colores, promesas  y  logros nos ha colocado en un pedestal, desde el que juzgamos a los demás  en pedestales o abismos, intentando controlar y prevalecer.  Nos conformamos con las migajas del "éxito", y nos reconforta  el no ser los afectados cuando el dolor es ajeno. Especialistas en la negación conveniente, en las afirmaciones calculadas. Dosificamos los instantes, nos escapamos de nosotros mismos, al pasado, al futuro... Nos creemos dueños y señores, estamos convencidos de ser lo máximo. Por encima de la vida y la muerte. Ah , pero  a esta última escena de la existencia conocida la mantenemos al margen, la desmentimos o la disfrazamos de fantasmas prometedores. Puto paradigma de lamentaciones cuando el dinero no cunde, pues es el dinero quien respira por nosotros. Es quien decide y manda, piensa y elabora. Manipular hasta el último aliento, sembrando esperanzas y castigos. Multitudes de ignorantes , manadas de seres cegados por las sensaciones vendidas y compradas. Por el conformismo o la avaricia, las banderas, los puntos cardinales , las leyes impuestas por la desidia.  Y, sin embargo, solo con detenernos y escucharnos , sentirnos y vivirnos nos damos cuenta de que somos un grano de la existencia misma. Sin forros, disfraces ni artimañas; gramos de un todo que florece en la unidad de la existencia. Vivos.

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